Oceanus







¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento y antiguo ser que roe los pilares de la tierra y es uno y muchos mares, y abismo y resplandor y azar y viento?


       Jorge Luis Borges.  
¨El Mar". (fragmento)

                                      










Ficha Técnica

Año: 2007
Reproducción Mosaico Romano, S. III DC.
Mascara Dios del Océano. Museo arqueológico del Bardo. Túnez
Musivarias Técnicas: Opus tessellatum, Opus vermiculatum.
Método directo sobre soporte cuna provisional de arcilla, soporte definitivo elaborado en mortero de cemento y arena.
Medidas: 65 x 46 cm.
Materiales: Mármoles, calizas.
Gama Cromática: amarillos, crema, verdes, rojos, negro, naranja, gris.
Ubicación original: Vicus Augusti. Sidi El Hani. Túnez


Análisis iconográfico


     OCEANVS. Según la mitología griega Océano era hijo de Gea (la tierra) y Urano (el cielo). Este océano mundial era personificado como un Titán. En las creencias de la Grecia antigua se representa con frecuencia a este Titán con el torso y brazos de un hombre musculoso. Sus rasgos son los de hombre maduro, con barba larga y cuernos, y con la parte inferior del cuerpo de una serpiente. En mosaicos posteriores sus cuernos de toro fueron reemplazados por unas pinzas de langosta, y agarra con su mano derecha una serpiente marina. Sus atributos habituales eran el pez y la serpiente.
               Si en las concepciones griega y romana el océano rodeaba la tierra, era para representar gráficamente la corriente energética que induce al globo terrestre. En el océano, la movilidad perpetua y el carácter informe de las aguas son los dos aspectos esenciales, aparte de la grandiosidad. Por esto, el océano simboliza fuerzas en dinamismo, modalidades transaccionales entre lo estable (sólido) y lo no formado (aéreo o gaseoso).



En su totalidad, el océano es un símbolo de la vida universal frente a la particular. Se le considera tradicionalmente como origen de toda generación; la ciencia confirma que la vida comenzó en el mar.


El Océano es la «ilógica inmensa», una vasta expansión que se sueña a sí misma y que duerme en su propia realidad, pero que, sin embargo, contiene los gérmenes de los contrarios.


Conforme al simbolismo general de las aguas, dulces o saladas, el océano simboliza el conjunto de las posibilidades contenidas en un plano existencial. Del aspecto se puede deducir el carácter positivo (germinal) o negativo (destructor) de tales posibilidades. Por ello, el océano expresa una situación ambivalente.


              El océano es asimilado también al inconsciente colectivo, del cual surge el sol del espíritu. Como imagen poética, o como sueño, el mar tempestuoso es un signo de análoga situación en el magma patético inconsciente. La transparencia, en cambio, expone una situación de serenidad contemplativa.